y así por los años 50, como en otras zonas de la geografia española se sufrian diversos periodos regresivos de plagas de langostas, arruinando estas las cosechas, a veces eran tan espesas las oleadas de estas que hacian oscurecer el sol, llegandose a pasar situaciones muy graves, repercutiendo negativamente en la económia y escasez de alimentos.Se formaban cuadrillas de personas para erradicar en lo posible estas grandes plagas, e incluso se solia utilizar el ganado de cerda para que este se comiera parte de la langosta.Tambien se hacian zanjas con los arados para enterrarlas, y los rastrojos se quemaban con el fin de destruir las huevas que la langosta iba dejando.
No faltaban las procesiones o rogativas hacia el patrón o patrona de la localidad para mitigar su penuria ante tan grave situación.